El CLI ha tenido que enfrentar grandes dificultades para poder cumplir con sus funciones durante el primer semestre de 2021; a la expansión de la pandemia de Covid-19 se han sumado las consecuencias de la ruptura del alto el fuego entre Marruecos y el POLISARIO a finales de 2020. El personal local del proyecto llamado para maniobras militares, el incremento en la población concentrada en los Campamentos y las restricciones de movimientos han supuesto grandes retos para el funcionamiento del proyecto. A pesar de todo, el índice de disponibilidad de las flotas ha superado el 87% gracias al esfuerzo y el compromiso del equipo.